Sobre una historia disociada.

Desde niños nos han enseñado que Las Américas son varias: América del Norte, América Central y América del Sur. De igual manera el gobierno de los EE.UU. desde los tiempos de su fundación, se otorgaron el privilegio de llamarse: Los Americanos. Los Europeos les siguieron el juego, sobre todo los ingleses.

Nada mas falso, pues la América es un sólo continente y Americanos somos todos los que vivimos aquí, en el único continente que va de un polo al otro, además. Un continente, vasto, hermoso, rico… diverso:

Diversidad biológica: toda la que quieras. Pisos climáticos: todos los que quieras. Recursos minerales no renovables: todos los que quieras. Recursos hídricos: todos los que quieras. Diversidad cultural indígena: toda la que quieras. Diversidad cultural moderna: toda la que quieras.

“La esperanza del mundo”.

Así nos definiría, sabiendo la inocencia y bondad de nuestra gente, Juan Pablo Segundo, “el Papa amigo” como le decían por acá.

Pero también somos la “esperanza” de muchos entes económicos en el mundo.

Tenemos en nuestro territorio, la última y mas grande reserva de petróleo del planeta, en Venezuela. Tenemos la tercera reserva de gas natural, no asociado a yacimientos petrolíferos del planeta, en Venezuela, también. Si juntamos todo el gas natural del continente, entonces somos la primera reserva planetaria de ese recurso también.

Tenemos además, la mas grande selva virgen que queda en el planeta y probablemente por estos días, la última. La misma produce los mas grandes recursos hídricos del planeta.

Es una esperanza maldita, hasta cierto punto, pues nos condena a ser observados, envidiados, codiciados, por el marabúntico esquema económico global que desea obtener seguir obteniendo ganancias inimaginables a costillas de los pueblos pobres e ignorantes del mundo y que ha causado y sigue causando los más increíbles problemas sociales del Tercer Mundo y más allá… todos los que quieras.

El comportamiento de La Marabunta imperial.

Así, después de haber saciado su voracidad en el resto del planeta, después de haber patentando y aprovechado hasta los recursos culturales y la diversidad biológica de sitios tan remotos como las estepas de Mongolia, entonces vuelven su desorbitada mirada hacia nuestros valles, ríos, lagos, montañas, páramos, bosques y sabanas.

Y comenzaron ya hace años. Nos mostraron espejitos neo-liberales que se transformaron en espejismos en muchos sitios. Modificaron leyes, corrompieron y deshicieron gobiernos… todo con un solo objetivo: explotar todo lo explotable pagando lo mínimo posible; cero, de ser posible.

Así, privatizaron hasta el agua de lluvia, como lo hicieron en Bolivia, o nos vendieron y venden nuestro propio petróleo, como en Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, México y en tantos otros sitios. Nos vendieron y venden nuestros propios cobre, estaño, hierro y aluminio, como en Chile, Bolivia y Venezuela. Robaron tierras para cultivar maíz y soya transgenicos en México y Argentina y Brasil.

Así, se aprontan a explotar una nueva mina de oro, plata y cobre en Chile, que está bajo enormes glaciares en la Cordillera de Los Andes. Pero los glaciares no son problema, el río que nace de ellos tampoco, los destruirán para acceder al oro, la plata y el cobre y cuentan con el permiso Constitucional de hacerlo y con el Tratado de Libre Comercio – TLC, por si les hace falta una norma Supra-Constitucional.

Lo harán, como lo hacen con la madera en nuestros bosques, con nuestra fauna vendida a los "ricos y no tan famosos" en EE.UU. y Europa.

Lo harán, sabiendo además que cuentan con el apoyo de nuestra clase media y alta entregada al consumismo y totalmente convencida de que “el desarrollo” no debe detenerse por nada.

La Nube, algoritmo y secuelas.

Por eso La Marabunta necesita de La Nube. Desarrollo indetenible, esa es La Nube en la que vive, la masa transculturizada que se extiende por el continente y por el mundo. Masa inconsciente de todo, ignorante, disociada. Esa es La Nube que les roba sus voluntades. Les roba la posibilidad de pensar y ver más allá y que además, les cobra por ello.

Si, así es, La Nube escoge a sus victimas con un algoritmo sencillo que también es de orden económico: El que más recursos tiene, puede desarrollar la posibilidad de pensar y ver mas allá, por lo tanto le absorbe, le vuelve uno más de ellos y así pensará como el resto de sus habitantes globales.

Eso es lo peor: pagamos para tener acceso a La Nube que nos aliena. Pagamos para poder ver y escuchar a Britney y sus amigos en donde estemos, globalmente; y así sentirnos parte de una cultura global que nos da un falso sentido de identidad universal. Una cultura que es bella, poderosa, exenta de problemas, en donde cualquiera podría ser "rico y famoso", pero que es tan falsa como un billete de un dólar y medio. Pero eso es lo peor, pagamos por nuestra propia destrucción.

Y para aquellos que no caigan en el juego o no pertenezcan a la elite controlada mediáticamente por La Nube entonces disponen de otro producto inventado por ellos mismos y producido por sus perros de guerra en nuestras tierras: Drogas para Nublar la mente.

Y si queda algún rebelde aún después de eso, entonces buscan alguna conexión con el terrorismo y se encargan de desaparecerle.

Y todo esto para mantener su oasis de comodidad virtualizada, al mejor estilo de 1984 con todo y su Big Brother.

¿Puede alguien decirme cual es el fin de esta historia? ¿Acaso hay que ser un científico premio Nóbel para lograr ver en donde va a parar todo esto? ¿Qué pasará cuando, en una contingencia, La Nube no pueda contener la Realidad? ¿Existirá tal esperanza y el tiempo para aprovecharla? ¿Será todo esto que veo, sólo parte de mi delirio?

“...The Matrix. Do you know what it is?... It is the world that has been pulled over your eyes to blind you from the truth.” The Matrix - movie, 1999.