Disociación.

En mas de un par de ocasiones he hecho alguna referencia a la actitud disociada que suelen tener aquellos a quienes ubico viviendo en La Nube. Aquellos que, sin siquiera ser concientes de ello, son utilizados por los medios y su estrategia global de alienación cultural. Aquellos que viven únicamente para trabajar como autómatas y para comprar, dejando de lado su propia voluntad, pensamiento e incluso parte de su humanidad.

Le llamo disociados pues su vida se sumerge en un espejismo que subyace a la realidad que experimenta la mayoría de los habitantes del planeta. Es un divorcio de la realidad que les hace partícipes de una comunidad global homogenizada culturalmente, para utilizar los recursos y modos de vida de un oasis artificial promovido transnacionalemente.

Sin embargo, muchos de ellos, generalmente los adultos jóvenes, son susceptibles de ser remecidos, sensibilizados, por los elementos factibles de la realidad del planeta. Muchos de ellos, al entrar en contacto con información que les conecta, al menos por un momento, a la realidad, logran desconectase de La Nube, despejar la niebla y abrazan una nueva visión de la realidad, más clara. A menudo este proceso es irreversible.

Disociación sicótica.

Pero hay quienes se encuentran tan desesperadamente sumergidos en la irrealidad de La Nube, que cuando experimentan la realidad, su mente se resiste al cambio. Es casi la escena de una mala película de espantos: - ¡Aléjate de La Luz!... ¡no vayas hacia La Luz!... ¡Quédate lejos de La Luz! -

Pero ese momento va más allá de aquello y sus mentes comenzarán a buscar explicaciones que les devuelva a la tranquilidad de La Nuble y su densa niebla.

Desafortunadamente para ellos La Nube Mediática esta habitada por entes cuyo máximo propósito es contener a sus habitantes dentro de su esfera de cómoda irrealidad. Se trata de un ejército de analistas políticos, expertos economistas, opinadores de oficio e incluso personajes famosos y científicos, que afirmarán lo necesario para que el sujeto que duda obtenga una respuesta en sus propios términos, compatibles con la información proporcionada en La Nube.

Son estos elementos de desinformación los que luego son utilizados por los propios habitantes de La Nube, para rebatir muchos de los argumentos que cualquier habitante racional del planeta pueda darles.

El sujeto en cuestión, se vuelve entonces inmune a muchos de éstos argumentos pues ya posee una explicación perfectamente concatenada con su irrealidad.

Esta es pues, la disociación sicótica, una forma grave de sumisión a La Nube, que se caracteriza por el manejo de premisas falsas que se resisten a la argumentación lógica.

Un ejemplo globalizado de esta disociación sicótica serían los argumentos de quienes, aún hoy, creen que en Irak había armas de destrucción masiva y que esa fue la razón por la que el gobierno de los EE.UU. decidió invadir a ese país.

En fin, creo que fue Confucio quien dijo, hace 2.500 años: “No es la verdad lo que engrandece al hombre sino es el hombre quien engrandece a la verdad.”