Hay momentos, excepcionales, en que las personas se ven forzadas a aceptar la realidad aun cuando no deseen hacerlo.
Hay momentos, excepcionales, en que los medios globales no pueden obviar la realidad y deben reseñarla aun cuando no les interese hacerlo.
Estos momentos excepcionales poseen suficiente fuerza emocional, moral o por último gran impacto visual como para lograr cuestionamientos sobre
las premisas y prejuicios que como miembros de una cultura solemos llevar en nuestras mentes. Cuestionamientos que nos obligan a reajustar nuestra
esfera paradigmática, nuestra imagen del mundo, nuestras opiniones. Son esos momentos en que
la niebla se vuelve mas fina, se disipa y podemos ver
La Nube mediática desde afuera.
Los acontecimientos planetarios ligados al comportamiento climático que todos estamos experimentando, aderezados con las consecuencias de los recientes terremotos y maremotos, revelan una ventana de oportunidad para que muchos de los que hoy
viven absorbidos por La Nube, cambien sus paradigmas. Así ese paradigma, controlado globalmente por los medios, se ve amenazado por la incontenible información relacionada a estos eventos y la
evidente falta de respuesta oportuna de los organismos gubernamentales, de los países supuestamente desarrollados, para hacer frente a las crisis desatadas.
New Oleans, Yucatán, Florida y los países de las costas Caribeñas, lugares azotados de manera despiadada por los fenómenos metereológicos más extraordinarios en décadas, muestran además la
evidente conexión entre el
cambio climático global y la intensidad de estos eventos.
Pero, ¿por qué resulta especialmente importante que estos acontecimientos se desarrollen en el hemisferio norte?
En mi opinión es importante porque
los países que más influyen en el clima del planeta, dadas las emisiones de gases de efecto invernadero, calor artificial y otros tipos de contaminación que producen sus culturas, están justamente en ese hemisferio. Luego es importante porque, lamentablemente para sus pueblos, su población está siendo directamente afectada y eso es algo que
La Nube mediática no puede impedir. Ya no pueden vivir, al menos por un tiempo, en su
burbuja-oasis-artificial y su
“American way of life”. Están obligados a
reaccionar, están obligados a
reclamar. Y supongo que lo hacen y lo harán
primero por ellos mismos, pero l
as consecuencias las sentiremos todos en el resto del planeta.
La Nube pudo controlar la información en los EE.UU. sobre los desastres naturales que afectan a los países pobres de la América central, pero jamás podrá ocultar lo que paso en sus estados del sur con
Katrina, ni lo que pasó con
Wilma el fin de semana pasado, en Florida,
en donde 6 millones de personas despertaron el Domingo
sin servicio eléctrico y muchas sin agua.
¿Que sigue? ¿Veremos heladas extraordinarias este mismo año también?
¿Cuántos tendrán que morir, para que una masa significativa, tome consciencia?¿Cuántos Estadounidenses están hoy concientes de que
la administración actual de su Gobierno está en manos inadecuadas? ¿Cuántos
están concientes además, de que está en sus manos hacer algo hoy?
Estoy seguro que
muchos más que
ayer.
La foto del la bandera destrozada es de StormStock y la de Katrina es de la Nasa.